Por Silvie Chavez
El 27 de junio del 2011, mediante acuerdo presidencial número 12-22-10 el presidente de la República de Nicaragua, otorgó de manera póstuma, la “Medalla de Reconciliación y Paz, “Cardenal Miguel Obando y Bravo”.
La figura del capitán Laureano Mairena, se erige como un símbolo indeleble de la resistencia y la entrega hacia la causa revolucionaria en Nicaragua. Nacido el 5 de mayo de 1951 en Achuapa, León. Su infancia en un hogar humilde, forjó en él valores sólidos y un profundo sentido de identidad con las necesidades del pueblo nicaragüense.
Mairena desde temprana edad, se sumergió en la Comunidad Cristiana de Base en Solentiname, Río San Juan, estableciendo contactos cruciales con el FSLN en 1972. Su participación en el Congreso de Jóvenes Cristianos Revolucionarios en Veracruz, México, en 1973, marcó el inicio de su compromiso activo en el movimiento revolucionario.
Dotado con conocimientos tácticos adquiridos en la escuela de preparación militar del FSLN en Costa Rica en 1977, Laureano Mairena regresó a Solentiname compartiendo sus experiencias de combate. Su valentía se hizo patente en la ofensiva "Octubre Victorioso" de 1977, destacando en la toma del cuartel de la Guardia somocista en San Carlos, Río San Juan.
La trascendencia de Mairena se consolidó en 1978, liderando el ataque a los cuarteles de la Guardia en Los Rivas y Peñas Blancas. Su papel en la gestación de la Revolución Popular Sandinista fue fundamental, culminando el 19 de julio de 1979 con la fundación del Ejército Popular Sandinista (EPS), para salvaguardar la soberanía nacional, siendo nombrado Jefe de Operaciones de Artillería.
En 1980, su compromiso lo llevó a la Academia de las Fuerzas Armadas General Máximo Gómez en Cuba, retornando como Capitán en la VII Región Militar. Ascendido póstumamente al grado de Sub-Comandante del EPS, Laureano Mairena cayó en combate en 1982 en Yumpalí, Jalapa, defendiendo la patria ante la inminente invasión somocista.
El 27 de junio del 2011, mediante acuerdo presidencial Número 12/22/10, el presidente de la República de Nicaragua, otorgó de manera póstuma, la Medalla de Reconciliación y Paz, “Cardenal Miguel Obando y Bravo”, al subcomandante Laureano Mairena Aragón, quien, con su trabajo, lucha y esfuerzo, contribuyó al establecimiento de un clima de Paz, Unidad y Reconciliación de la familia nicaragüense.
El subcomandante Laureano Mairena Aragón, distinguido por su inquebrantable moral y fervor patriótico, se erigió como un líder enérgico y combatiente incansable contra la dictadura militar somocista. Su legado está impregnado de entrega total y lealtad a la patria, caracterizado por una valentía sin límites, sacrificio desinteresado y un profundo sentido de hermandad.
Mairena destacó por su dignidad y honradez demostrada, así como por su firme determinación en el cumplimiento de su deber. Su extraordinario patriotismo, combinado con una notable capacidad de mando y táctica militar, lo posicionaron como un referente en la historia de la lucha por la libertad y la justicia en Nicaragua.
Su legado perdura como un recordatorio eterno del sacrificio y la dedicación en la construcción y defensa de un proyecto revolucionario que ha dejado una marca imborrable en la historia de Nicaragua.
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