Un Grano de Maíz y Una Flor para Tomás.

“Me siento orgulloso de seguir siendo sandinista, de seguir siendo fiel a la bandera rojinegra de nuestro partido, de seguir siendo fiel a nuestra organización revolucionaria; y morir orgulloso de tener la frente levantada, y no haber sido desleal con mis principios, ni desleal con mis amigos ni con mis compañeros, ni con mi bandera, ni con mis gritos de combate”.

Por Silvie Chavez.

El pasado 30 de abril Nicaragua entera le gritó al comandante de la revolución sandinista que es de los muertos que nunca mueren. Se cumplen 11 años del paso a otro plano de vida del gran escritor sandinista Tomas Borge Martínez.

Tomas Borge Martínez, ha dejado a una década de tránsito a otro plano de vida, su constancia, firmeza, lealtad y amor a los ideales por los que él y Carlos Fonseca un día fundaron el partido más y mejor organizado de la historia de Nicaragua, el Frente Sandinista de Liberación Nacional.

Tomas Borge es la figura histórica del FSLN que permanece en la memoria reciente, de la militancia rojinegra y que año con año, va hasta donde descansa eternamente junto a su compañero Carlos Fonseca, a dejarle una flor, como muestra de admiración y agradecimiento por enseñar a las futuras generaciones de qué madera, esta hecho un revolucionario de convicción y misión.

Con una larga trayectoria dentro de las filas del FSLN, Tomas Borge pudo sobrevivir a los embates de una dictadura oprobiosa que mantenía a Nicaragua en la represión y la miseria. Con apenas 13 años de edad ya estaba iniciando su lucha revolucionaria, heredada por su papa, quien fue colaborador del general de Hombres y Mujeres Libres, Augusto Nicolás Calderón (Sandino).

El acervo intelectual que ha dejado el comandante de la revolución, es uno de las mayores premisas en la historia de la literatura moderna de Nicaragua, convirtiéndole en uno de los cerebros más prodigiosos al ser comparada su obra “Carlos, el amanecer no es sólo un sueño” con la Miguel Gracia Márquez, “Épica sobre Bolivia del Che Guevara”.

Sin dudas la historia los hará libres, pero también mostrará cada una de las visiones de estos grandes pensadores del siglo 20, que sigan dando catedra de que las experiencias revolucionarias se repiten independientemente del tiempo en todos los contextos.

Tomas Borge es la semilla del Grano de Maíz que a diario germina en la patria que amó hasta el fin, por la que dio su juventud, sacrificio y que supo retribuir el amor a quienes un día lo vapulearon, porque su enseñanza fue, “implacables en combate, generosos en la victoria”.