Sandino: Patria y Libertad.
- molotovdigitalfsln
- 20 feb 2023
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Augusto Nicolás Calderón Sandino nació en Niquinohomo, departamento de Masaya en la República de Nicaragua, el 18 de mayo de 1895, hijo ilegítimo de Gregorio Sandino, un adinerado cultivador de café, y Margarita Calderón, sirvienta de la plantación de su padre de origen indio.
En 1904, a la edad de 9 años, su madre le envía a vivir con su abuela materna. Más tarde va a vivir con la familia de su padre, donde trabaja como peón de la plantación para ganar su hospedaje. En julio de 1912, a los 17 años, presenció la primera intervención de las tropas estadounidenses en Nicaragua, frente a una sublevación liberal-conservadora en contra del presidente Adolfo Díaz Recinos, que contaba con el apoyo de Estados Unidos.
El general liberal Benjamín Zeledón (originario de La Concordia) murió en combate el 4 de octubre al ser desalojadas sus fuerzas de la fortaleza de El Coyotepe luego de feroces combates en La Barranca, ambos sitios estratégicamente ubicados en la entrada de la ciudad de Masaya. El general Zeledón fue fusilado por las tropas norteamericanas y conservadoras.
El joven Sandino quedó impresionado con la imagen del patriota, cuyo cadáver era llevado en una carreta de bueyes por los Infantes de Marina de Estados Unidos para ser sepultado en el pueblo de Catarina En la noche del 21 de febrero de 19344, Sandino, en compañía de su padre, Gregorio Sandino, el escritor Sofonías Salvatierra (ministro de Agricultura de Sacasa) y sus lugartenientes generales Francisco Estrada y Juan Pablo Umanzor, acudían a una cena en La Loma invitados por el presidente Juan Bautista Sacasa, tío político de Somoza.
A la salida de dicho evento, el coche en el que viajaban fue detenido frente al cuartel y cárcel de El Hormiguero (ahora, frente a su costado este, se encuentra el Campo de Marte) por un grupo de soldados encabezados por el coronel Delgadillo, disfrazado de cabo de guardia.
Los detenidos pidieron que llamaran a Somoza, pero les respondieron que no podían localizarlo. Por otro lado, la hija de Sacasa, habiendo presenciado la detención, le comunicó a su padre sobre la misma, y Sacasa se puso en contacto con la embajada de EE. UU. para intentar impedir el asesinato. Los guardias ingresaron en dicha prisión a don Gregorio Sandino (padre de Sandino) y a don Sofonías Salvatierra, mientras que Sandino y sus generales Francisco Estrada y Juan Pablo Umanzor, fueron conducidos a un predio baldío, conocido como La Calavera, en las afueras de la ciudad (hoy barrio Larreynaga). A las 11:00 p. m., delante de una fosa común previamente excavada y a la señal de Delgadillo, el batallón que custodiaba a los prisioneros abrió fuego, asesinando a los tres con fusiles Springfield 1903 estadounidenses, calibre 7.62 × 63 mm y subfusiles Thompson estadounidenses de 11.43 mm. Según testimonio de Salvatierra, al oír los disparos de un pelotón de fusilamiento, Gregorio Sandino dijo: "Ya los están matando. Siempre será verdad que el que se mete a redentor, muere crucificado."
Antes de enterrarlos, se llevaron los cadáveres para que Somoza los viera personalmente. Mientras, él se encontraba en un recital poético en el Campo de Marte, hecho por la poetisa peruana Zoila Rosa Cárdenas, que recitó poemas del nicaragüense Rubén Dario. Esa misma noche, la Guardia Nacional asalta la casa de Don Sofonías Salvatierra (hoy todavía en pie), muriendo un niño y logrando escapar el coronel Santos López abriéndose paso a balazos y, posteriormente, huyendo hacia Honduras.
El cadáver de este niño, así como los de los tres generales del EDSN (incluyendo a Sandino), y el del hermano de este último, Sócrates Sandino, muerto en un enfrentamiento con efectivos de la Guardia Nacional, fueron enterrados en la fosa antes mencionada.
Al día siguiente (22 de febrero de 1934) la Guardia Nacional destruyó la cooperativa que Sandino había establecido en el poblado de Wiwilí, matando o haciendo prisioneros a sus integrantes. Dos años después, Anastasio Somoza García , quien llegó a afirmar que recibió las órdenes del asesinato de Sandino del embajador estadounidense Arthur Bliss Lane, se haría con el poder del país, derrocando para ello al presidente Sacasa, quien era su tío político. En 1944, diez años después del asesinato de Sandino, los restos que habían sido enterrados en la fosa de La Calavera fueron exhumados y llevados cerca del costado sur de la laguna de Tiscapa para ser quemados, tirando luego sus cenizas al lago Xolotlán. Esto ocurrió debido a las protestas estudiantiles de la Universidad Central de Managua que sucedieron ese año, contra la reelección de Somoza a la presidencia.
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