Nota La Primerisima
Rusia y Corea Democrática firmaron el jueves un Tratado de Asociación Estratégica Integral al término de las negociaciones entre los mandatarios de los dos países, Vladímir Putin y Kim Jong-un.
El presidente Putin, acompañado por una amplia delegación de funcionarios rusos, llegó el 18 de junio a la República Popular Democrática de Corea en visita de Estado de dos días. Esta es la segunda visita de Putin a Corea Democrática; durante la anterior, realizada en 2000, se entrevistó con el entonces líder supremo, Kim Jong-il (1941-2011), padre del actual líder de Corea.
El Presidente Putin tildó el documento de importante y señaló que constituirá la base para las relaciones entre ambas partes durante muchos años. El tratado sustituye a los documentos fundamentales sobre las relaciones ruso-norcoreanas, entre ellos el Tratado de Amistad y Asistencia mutua de 1961; el Acuerdo de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación de 2000; así como las declaraciones bilaterales de 2000 y 2001.
Según Putin, el acuerdo de asociación estratégica que Rusia y la República Popular Democrática de Corea (RPDC) firmaron contempla la ayuda recíproca frente a una agresión. “El acuerdo de asociación integral suscrito hoy prevé la asistencia recíproca en caso de agresión”, dijo el mandatario ruso al concluir las conversaciones con el líder coreano Kim Jung-un.
En el acuerdo, indicó el presidente, se plantean tareas de gran escala para la profundización de los lazos ruso-coreanos. “Esto se refiere a las áreas política, comercial, inversiones, cultural, humanitaria, así como en la esfera de la seguridad”, puntualizó.
En palabras del jefe de Estado ruso, Moscú está dispuesta a esforzarse por eliminar la amenaza de un conflicto armado en la península de Corea. “Rusia está dispuesta a seguir realizando esfuerzos políticos y diplomáticos para eliminar la amenaza de una reanudación del conflicto armado en la península de Corea”, aseguró.
Estos esfuerzos se encaminan asimismo a “formar una arquitectura de paz y estabilidad a largo plazo que se base en el principio de seguridad común”, remarcó el mandatario.
Rusia, prosiguió, rechaza categóricamente “los intentos de responsabilizar a la República Popular Democrática de Corea [RPDC] del deterioro de la situación” internacional.
“La RPDC tiene derecho a adoptar medidas justificadas para aumentar su capacidad de defensa, garantizar la seguridad nacional y la protección de la soberanía”, arguyó el líder ruso.
El líder ruso agregó que los clichés propagandísticos de los occidentalistas ya no pueden disfrazar sus planes geopolíticos agresivos, incluso en la región del noreste de Asia. Moscú y Pionyang, continuó, coinciden en sus valoraciones de las causas profundas de la escalada de la tensión político-militar.
“Se trata de una política de confrontación estadounidense para ampliar su infraestructura militar en la subregión, que va acompañada de un aumento significativo en la escala e intensidad de diversos ejercicios militares con la participación de la República de Corea, Japón”, aclaró.
Tales medidas, según el mandatario ruso, socavan la paz y la estabilidad, así como representan una amenaza para la seguridad de todos los países de la región.
El Consejo de Seguridad de la ONU impuso las primeras sanciones contra Corea Democrática en 2006, después de que el país realizara por primera vez su ensayo de armas nucleares. Luego las sanciones fueron ampliadas en varias ocasiones.
Al finalizar las conversaciones con Kim Jong-un, el jefe de Estado ruso declaró que Rusia y Corea Democrática están en contra de las sanciones impuestas por motivos políticos, las cuales solo deterioran la situación internacional. En sus palabras, son dos países que se “oponen a la aplicación de sanciones y restricciones por motivos políticos. Esas acciones ilegítimas solo minan el sistema económico y político mundial”.
“Continuaremos rechazando la práctica de asfixiar con sanciones aplicada en calidad de herramienta, a la cual Occidente está acostumbrado a recurrir para preservar su hegemonía en la esfera política, en la economía y en otras ramas”, concluyó.
«Poderoso tratado»
A su vez, Kim Jong-un aseguró que el tratado entre la RPDC y Rusia es de carácter pacífico y defensivo. “Este poderoso tratado representa (…) nada más que un documento de carácter verdaderamente constructivo, orientado al futuro, de carácter exclusivamente pacífico y defensivo, diseñado para proteger y defender los intereses básicos de los pueblos de ambos países”, dijo Kim tras la firma del documento.
El presidente de Corea Democrática también calificó a Rusia como “el amigo y aliado más honesto”, y al presidente ruso como “el amigo más querido del pueblo norcoreano”.
“En este momento, cuando el mundo entero presta mucha atención a Pyongyang, a donde ha llegado la misión de amistad de Rusia, estoy con los camaradas rusos, nuestros amigos y aliados más honestos, en este salón ceremonial”, dijo Kim.
“El Gobierno de la República Popular Democrática de Corea valora la importante misión y el papel de una Federación de Rusia fuerte en el mantenimiento de la estabilidad y el equilibrio estratégicos en el mundo, y también expresa pleno apoyo y solidaridad al Gobierno, el Ejército y el pueblo rusos en la realización de la Operación Militar Especial en Ucrania para proteger la soberanía, los intereses de seguridad y la integridad territorial”, dijo Kim.
La RPDC, continuó, tiene la intención de reforzar la interacción estratégica con Rusia. “Ahora la situación en el mundo se está volviendo más complicada y está cambiando rápidamente. En esta situación, pretendemos fortalecer aún más la comunicación estratégica con Rusia, con el liderazgo ruso”, indicó. Aseguró que Piongyang apoyará incondicionalmente toda la política de Moscú.
El asesor presidencial ruso Yuri Ushakov indicó que la creación de un nuevo documento se debe a la profunda evolución de la situación geopolítica en el mundo y la región, así como a los cambios cualitativos en las relaciones entre Rusia y Corea del Norte en los últimos tiempos. El tratado, continuó, busca garantizar la estabilidad en la región del noreste de Asia, entre otras cosas.
La delegación rusa incluye al ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov; al ministro de Defensa, Andréi Beloúsov; al vicepresidente primero del Gobierno Denís Mánturov; al vice primer ministro Alexandr Nóvak; al ministro de Recursos Naturales de Rusia; Alexandr Kozlov; al ministro de Salud, Mijaíl Murashko; y al jefe de Roscosmos, Yuri Borísov, entre otros.
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