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La Mariposa Clandestina

  • Foto del escritor: molotovdigitalfsln
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  • hace 10 horas
  • 2 Min. de lectura

Arlen Siu Bermúdez, la chinita de Jinotepe.

Redacción Molotov Digital 15 de julio de 2025 CARAZO –Arlen Siu.


No portaba un arma al principio, sino una guitarra, un cuaderno y una voluntad de acero. En lugar de efectos especiales, tenía poesía. Y en vez de buscar fama, entregó su vida por un sueño colectivo: la libertad de Nicaragua. Este 15 de julio, conmemoramos el 70aniversario del natalicio de Arlen Siu Bermúdez, una joven que dejó su huella imborrable en la historia de la Revolución Sandinista. Nació en 1955, hija de madre nicaragüense y padre de origen chino. Creció entre canciones, solidaridad y conciencia social.


Desde adolescente demostró una sensibilidad única ante la pobreza y la injusticia que vivía el pueblo nicaragüense bajo la dictadura somocista. Pero lo más poderoso de Arlen no fue solo lo que hizo, sino cómo lo hizo: con dulzura, con ternura, pero con una valentía que ni los más rudos guerrilleros pudieron ignorar. scritora, cantautora, militante Estudiante de Psicología Social en la UNAN-Managua, catequista en los barrios populares, alfabetizadora en las comunidades rurales, activista estudiantil y poeta comprometida.


Arlen escribió con el alma y cantó con el corazón. Uno de sus poemas más conocidos, María Rural, sigue estremeciendo conciencias al retratar con crudeza y cariño la vida de las mujeres del campo. Durante el terremoto de 1972, Arlen no dudó en lanzarse a las calles para apoyar a los damnificados. Dormía en campamentos, entregaba ropa, comida y hasta sus propias pertenencias. Su sentido de entrega no era pose: era puro amor revolucionario. Fue en 1973 que el comandante Ricardo Morales Avilés la contactó y le abrió las puertas al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).


Tenía apenas 18 años. Arlen se despide de su casa. El 21 de marzo de 1975, Arlen dejó su hogar para pasar a la clandestinidad. Su nombre de guerra: Mireya. Antes de partir, no dejó una nota cualquiera: escribió una carta en la primera página del libro Juan Salvador Gaviota, una novela sobre una gaviota que se rebela contra los límites impuestos y vuela más alto que todas las demás. No fue casualidad. Esa gaviota era ella misma. “Somos más auténticos en la medida en que rompemos barreras y limitaciones… podemos lograr lo que para unos es prohibido o imposible.” — Arlene Tres días después, sus padres encontraron esa carta. Una despedida escrita con amor y convicción, que hoy sigue inspirando a miles.


Su vuelo a la eternidad. Menos de cinco meses después, el 1 de agosto de 1975, Arlen Siu cayó en combate en El Sauce, León. Fue la primera mujer guerrillera del FSLN en morir en acción, y su paso a la inmortalidad quedó grabado en el alma del pueblo. Hoy la recordamos no solo como Heroína, sino como símbolo vivo de lo que una joven puede ser cuando decide volar más allá de los miedos.

 
 
 

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