Redacción Molotov Digital.
El 18 de septiembre de 1973, hace 50 años, cayeron en combate los valientes guerrilleros de la Dirección Nacional del Frente Sandinista de Liberación Nacional: Óscar Turcios, Ricardo Morales Avilés, Juan José Quezada y Jonathan González.
Ricardo Morales Avilés
Ricardo Morales Avilés, un maestro oriundo de Carazo, se formó en la Escuela Normal de Jinotepe, donde se graduó en 1958. Fue un joven que buscó respuestas a sus inquietudes ideológicas y políticas a través del estudio y la acción revolucionaria. Poeta e intelectual, sus escritos enriquecieron el pensamiento sandinista.
Estableció contacto con el Comandante Carlos Fonseca a través del maestro Edelberto Tórres, lo que marcó su integración al FSLN en 1963. Demostró gran disciplina en sus labores organizativas, especialmente en la preparación de condiciones para la resistencia urbana y el apoyo en la montaña.
Dedicó su vida a la causa revolucionaria y lideró la célula Frente Estudiantil Revolucionario en la Universidad. Durante su estancia en México, escribió "La revolución sandinista, fuerza motriz de la historia".
En 1986 participó en una acción de recuperación económica en una sucursal del Banco de América en el barrio Buenos Aires. Al año siguiente, en 1969, tras ser evaluado por su dedicación a la organización, fue nombrado miembro de la Dirección Nacional del FSLN.
En sus propias palabras del libro "¿Qué es un sandinista?": "El Sandinista debe buscar en nuestra historia, en nuestras luchas, en nuestra herencia cultural, la fuerza que lo acerca al Pueblo. El Sandinista encuentra su identidad en el Pueblo, en las masas populares, que hacen la historia".
Óscar Turcios "El Ronco"
Originario de León, nacido el 18 de agosto de 1942, Óscar Turcios fue miembro activo del movimiento Juventud Patriótica Nicaragüense (JPN) en 1960. Participó en las luchas estudiantiles y juveniles urbanas. En 1965 se unió al FSLN como dirigente estudiantil, y al año siguiente, al Frente Estudiantil Revolucionario.
Durante la guerrilla de Pancasán en 1967, desempeñó un papel crucial, liderando como segundo al frente. Participó en el ajusticiamiento de Gonzalo Lacayo, esbirro de la Guardia Nacional. De 1967 a 1970, fue líder del FSLN y en 1972 asumió como responsable político militar de la lucha revolucionaria. Fue miembro de la Dirección Nacional del FSLN.
Lo recordamos con una de sus frases más emblemáticas: "Ninguna aristocracia, ninguna oligarquía, ningún grupo dominante tuvo jamás un club tan exclusivo como el nuestro. Para unirse al Frente Sandinista, había que entregar la vida y yo allí dejé la vida".
Juan José Quezada
Nacido el 19 de febrero de 1950 en León, Juan José Quezada fue un joven revolucionario idealista. Durante sus años de estudiante, se involucró cada vez más en el sandinismo, primero en el Frente Estudiantil Revolucionario. Formó parte del Comando que el 4 de noviembre de 1969 secuestró el avión de La Nica. En 1970, se unió como militante al FSLN.
Cumplió misiones internacionalistas, colaborando con células palestinas en Europa. Recibió entrenamiento militar en Cuba y en el Líbano, donde adoptó el seudónimo de "4". Compartió momentos de organización y lucha con la Comandante Leticia Herrera, Enrique Schmidt, Pedro Aráuz Palacios, René Tejada Peralta, René Vivas Lugo y el Comandante Eduardo Contreras.
En 1973, mientras se encontraba en Waslala, fue herido con un machete por un juez de mesta. Posteriormente, René Vivas lo trasladó a una casa de seguridad en Nandaime, departamento de Granada.
Jonathan González
Nacido el 16 de febrero de 1952 en León, Jonathan González se unió al Frente Sandinista de Liberación Nacional a los 17 años en 1969. Participó en acciones de recuperación económica y distribución de correo tanto en la ciudad como en el campo. En septiembre de 1973, se encontraba en la casa de seguridad en la ciudad de Nandaime, junto a Juan José Quezada y los Comandantes Ricardo Morales Avilés y Óscar Turcios.
El 18 de septiembre de 1973, la Guardia Nacional descubrió la casa de seguridad y sacó a los Comandantes Ricardo Morales y Óscar Turcios para torturarlos y luego asesinarlos. Posteriormente, asesinaron a Juan José Quezada y Jonathan González. Ese día, caímos valientes combatientes de la revolución.
Hoy, los Héroes de Nandaime siguen siendo nuestra guía y fuente de inspiración para las nuevas batallas que enfrentamos en el contexto actual.
¡Que su legado perdure en nuestra lucha!
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